Árboles desnudos a merced de cielos pintados, imágenes de un día que naufraga en una noche teñida de tonos imposibles. Pienso que siempre ha sido así, sólo que uno marcha ciego en la ciudad de la rutina, y cuando sale de ella descubre colores que se presentan vedados ante un mirar cotidiano, reino del más absoluto gris.
No hay comentarios:
Publicar un comentario