La noche golpea la puerta de los cielos victorianos, el sol pelea sus últimas batallas diarias, dejando en claro que hasta el último aliento es el rey de la historia, el puerto se acalla, motores, pescadores dejan lugar a una polifonía animal, camino en silencio, el sol me acompaña ataviado con los colores de la tierra, atravesado por negros profundos, camino en silencio su sola presencia lo dice todo.
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