Antes de divisar el pueblo fantasma, aparece en escena el cementerio fantasma, sobre una colina profundamente gris, la soledad que se vislumbra desgarra, como así el imaginarse causas posibles que llevaron a quienes hoy habitan el campo santo a tal circunstancia, 4200m de altura, 30 grados bajo cero en invierno, 476 de presión atmosférica, días de marcha a lomo de mula para arribar al lugar de trabajo, del viento ni hablar, no habría palabra para describirlo, y una veta de azufre que se encuentra aún entre 1100 y 1600m más alta todavía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario