Les puedo asegurar que tras cada subida, una incertidumbre se apoderaba de piloto y acompañante, que se divisaría desde la cúspide?, más huella, otro salar, alguna laguna de color inexplicable, guanacos, un volcán que no figura en los mapas o simplemente más de nada, esa nada que contagia, que uno no quiere que termine nunca, esa sensación de vacío, de amplitud absoluta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario