Extraña situación, dentro del enorme galpón, parecía como si todo iba a derrumbarse por acción del fortísimo viento que hacía crujir los portones y la estructura del techo, más el silbido que se filtraba por los vidrios rotos, afuera aparente calma, sol, un celeste que invitaba al paseo, pero nó, dentro y a pesar del crepitar estruendoso de la enorme estructura, la temperatura estaba agradable y el viento sólo se colaba cerca de los siempre abiertos portones, el exterior, invivible
No hay comentarios:
Publicar un comentario