La visión de ese contraste me lo venía imaginando por el camino, quería un cielo bién negro y un amarillo brillante, y apareció , lástima los 5050m que tornaban difícil el desplazamiento, sobre todo si uno intentaba trepar para ver más arriba, ver más amarillo, el olor característico al azufre impregna el paisaje
penetra por la garganta y hace picar los ojos, pero nada importa, falta poquito.
penetra por la garganta y hace picar los ojos, pero nada importa, falta poquito.
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