Equilibrios frágiles, hasta desafiantes de una ley de gravedad que parece no tener aplicación dentro de los límites de ésta ciudad oculta bajo un cielo que se tornó de azabache, volvió la magia, recorremos lechos secos en busca de los lagartos guardianes del palacio, en cada rincón aparece una nueva figura, no hay tregua para la imaginación.
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