Habiendo bajado ya al cañón, se abrió ante mis ojos un fantástico mundo de colores, era el descubrir una nueva sensación casi a cada paso, un tono, una forma, una textura, todo se mostraba ahí delante, todavía quedaban un par de horas de caminata que recuerdo quería alargar, preguntando, retrasándome, verdaderamente no quería salir de ese lugar de ensueño en soledad.
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