El viejo silo Davis, reconvertido en Museo, mirador, retaurante, redecorado según el proyecto ganador de un estudiante de la carrera de química de mi querido Politécnico, el diseño intenta mostrar los cuatro puntos cardinales a través de los colores característicos de sus geografías, pero en realidad si no te lo explican ni ahí pensas en ello. Aclaro, la falta de color en el entorno no es obra del pobre estudiante incomprendido, es que de a poco le va llegando el color de la ciudad a mis sentires, todavía hay mas grises que tonos del arco iris.
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